miércoles, 22 de octubre de 2014

DON SANTIAGO BLANCO PUENTE (1901-1987), UN "CAMALEÓN" INSTITUCIONISTA


Culto, elocuente, pulcro, educado, elegante, coqueto, reservado. Todo un gentleman que disponía de un fondo de armario espectacular lo que le permitía cambiar con frecuencia de vestimenta. Así era don Santiago. Yo sabía de él por mi madre a quien impartió la asignatura “Agricultura y técnica agrícola e industrial” de 6º de bachillerato en el instituto durante el curso 1933-1934 y fue el presidente del tribunal que me examinó de ingreso el 1 de junio de 1951. En el curso 1958-1959 lo tuve como profesor en Preuniversitario donde nos impartió el monográfico “Biología marina y aprovechamiento de los animales del mar”. Fue un magnífico curso preparado concienzudamente, con un alto grado de sistematización y racionalidad. Como se trataba de un curso sobre una técnica biológica ello significó un reencuentro con su inicial territorio docente. Nos enseñó el mar como medio físico y biológico, la fauna marina y su interés económico, las técnicas pesqueras y las relaciones entre el mar y la alimentación humana. Fuimos vecinos entre 1969 y 1972 en el número 2 de la calle Afligidos. Desde 1942 vivía en un ático construido en la terraza sobre el piso que nosotros ocupamos, el 5º B. Su vivienda era un pequeño museo en el que conservaba parte de la producción pictórica de su padre. En la finca también vivían Purita Ojeda, Félix López de Uralde, Fernando Villarejo de los Campos y Luis Ojeda Villarejo, su mujer Maricheles Artieda Fernández y sus cinco hijos; esta última familia en un dúplex del 5º A.




Don Santiago nació en Madrid el 25 de julio de 1901 y era hijo del pintor, escritor y periodista malagueño José Blanco Coris que a finales del siglo XIX fijó su residencia en la capital. Estudió bachillerato en el Instituto San Isidro y entre 1917 y 1922 la licenciatura y el doctorado en la Facultad de Ciencias –sección Ciencias Naturales- de la Universidad Central de Madrid. Entre 1920 y 1932 se mantuvo en la órbita de la Institución Libre de Enseñanza. En 1920-1921, siendo alumno del último año de licenciatura, asistió al curso  práctico de “Biología animal” impartido por el republicano don Antonio de Zulueta Escolano y en 1922-1923 asistió al Laboratorio de investigaciones físicas de la Junta de Ampliación de Estudios para mejorar sus conocimientos. El 5 de febrero de 1924 fue admitido como aspirante al magisterio de secundaria (sección Ciencias Naturales) impartiendo docencia en el Instituto-Escuela bajo la orientación del catedrático de esta disciplina don Federico Gómez Llueca quién le inculcó el interés por la fotografía y al mismo tiempo que fue colaborador en el curso de “Práctica de mineralogía y geología” dado por el geólogo y paleontólogo republicano don José Royo Gómez en el Museo de Ciencias Naturales. En 1925 obtuvo por oposición plaza de especialista en Ciencias Naturales en la Escuela de Ingenieros Agrónomos de Madrid y cobraba 156 pesetas mensuales por sus clases en el Instituto-Escuela. 
En 1932 realizó las oposiciones a la cátedra de Agricultura y técnica agrícola e industrial” nombrándosele el 23 de agosto de ese año para ocupar la del Instituto de Teruel y en virtud de traslado, antes que acabara el año, obtuvo nuevo destino en el de Málaga. En 1937, posiblemente siguiendo al gobierno republicano, se encontraba destinado en el Instituto Blasco Ibáñez de Valencia. Así consta en la portada de dos de sus libros editados ese año en Valencia por la editorial Nuestro Pueblo -vinculada al partido comunista y “creada al calor de la lucha contra el fascismo”- en su colección “Biblioteca popular de cultura y técnica”. Las plantas cultivadas y Los animales domésticos fueron sus títulos. En 1936, poco antes del comienzo de la Guerra Civil, formó parte de la Junta dictaminatoria de libros de texto de bachillerato sobre “Técnica industrial agrícola y nociones de economía”. Padeció el proceso de depuración política y una vez resuelto el 16 de noviembre de 1940 se le inhabilitó para sustentar cargos directivos y de confianza. En 1941 estaba destinado de forma provisional en el suprimido Instituto Lagasca de Madrid, aunque adscrito a la nómina del Instituto San Isidro y este mismo año se le destinó nuevamente al Instituto de Málaga. Al suprimirse la enseñanza de la agricultura pasó a ocupar la cátedra de “Ciencias Naturales”. El 5 de abril de 1948 se procedió a la revisión de su sanción y quedó sin efecto la inhabilitación por lo que pudo ocupar la secretaría de la sección de ciencias en el recién fundado Instituto de Estudios Malagueños en mayo de 1948, ser consejero del Patronato “José Mª Cuadrado” del CSIC en 1949 e interventor del instituto malagueño durante varios años. Fue jubilado el 25 de julio de 1971 tras recibir un cariñoso homenaje de compañeros y antiguos discípulos.
Dada su afición a la fotografía en 1948 participó en un concurso de fotografía agrícola convocado por el Ministerio de Agricultura con el lema “Henequén” obteniendo un premio de 500 pesetas y participó en Madrid (1951) en la Exposición de fotografías folklóricas obteniendo premio y diploma. En 1976 se le concedió la Cruz de Alfonso X el Sabio. La perdida de su amigo Carlos Gea García-Rubio en 1981 y su cada vez más quebrantada salud determinó su traslado a Madrid para ser atendido por su hermana Dolores. Allí falleció el 5 de agosto de 1987.

3 comentarios:

  1. Muchas gracias, Juan Luis, por tu documentada y detallada entrada. Nos das a conocer detalles de la vida y personalidad de nuestros profesores que la mayoría desconocíamos. Tú eres el que está manteniendo vivo el blog en los últimos tiempos y te animamos a que lo sigas haciendo.
    Te he puesto como administrador del blog, junto con José María Hidalgo y Carlos Navarrete que ya lo estaban junto conmigo y podreis introducir modificaciones en el mismo.
    Quiero animar a José María y Carlos a que reanuden sus participaciones, que se echan de menos especialmente por la calidad que las acompañan, como las tuyas.
    También animamos a cualquier otro ex-alumno que quiera participar.
    De nuevo, Juan Luis, muchas gracias.
    Un cordial saludo para todos

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    1. Gracias por tus amables palabras, Rafael. Me uno a tu petición para que se animen antiguos alumnos y escriban entradas con sus vivencias escolares. Por mi parte cumpliré, en la medida de mis posibilidades, el compromiso inicialmente establecido.

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  2. También yo quiero agradecerte la entrada sobre don Santiago Blanco, que fue mi profesor (para mí un gran profesor) en segundo y quinto de bachillerato. Por tu escrito he conocido su interesante currículo.
    Paseé muchas veces la calle Blanco Coris y -a veces- me preguntaba quien era este personaje; ahora, gracias a tí, ya le conozco un mérito: ¡ ser el padre de don Santiago !
    Espero seguir disfrutando de tus escritos en éste, nuestro blog.

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