sábado, 5 de diciembre de 2015

El Aula del Mar en el Gaona

El pasado miércoles 2 de diciembre, un grupo de ex-alumnos de la promoción 54-60, estuvimos visitando la Exposición dedicada a "Gaona y el Mar" ubicada en el antiguo Gaona, hoy IES "Vicente Espinel", en la llamada Aula del Mar.

Uno de los componentes del grupo, nuestro amigo Carlos Navarrete, Capitán de la Marina Mercante, nos estuvo ilustrando la visita explicándonos la utilidad de los diferentes objetos expuestos.

Yo me voy a limitar a poner la fotos que hicimos e invito a Carlos a que las comente, haciendo la descripción de los objetos que aparecen y su utilidad en la enseñanza y en la navegación.


Aceptando la invitación de Rafael Vertedor, diré que:

La exposición hace memoria de las desaparecidas enseñanzas de Náutica de Málaga, que se impartieron primero en el Real Colegio de San Telmo (de 1787 a 1847) de la calle Compañía -hoy el edificio que comparten el Colegio de Prácticas número 1 y el Ateneo- y a partir de 1847 hasta 1924 en el Instituto de Gaona.


La joya del "Aula del Mar" es -sin duda- la corbeta "San Telmo" que es también el motivo principal de la exposición. El barco es un modelo didáctico destinado al aprendizaje de la nomenclatura de arboladura, jarcias y velas y a explicar su manejo para realizar las maniobras necesarias en este tipo de buques. Su valor radica en sus más de doscientos años de historia, muchos de los cuales sirvieron para la formación de marinos en el Real Colegio de San Telmo inicialmente y en la escuela de Náutica del Gaona después.


La corbeta adquirirá toda su vistosidad cuando se finalicen detalles pendientes de acabado en la arboladura y jarcia firme y -sobre todo- cuando se monte el velamen y su jarcia de labor.


De izquierda a derecha, Rafael Vertedor, Jesús Verge, Paco García Aguilar, Miguel Valenzuela, Ricardo de la Torre y Carlos Navarrete

Rodeando un modelo de aguja giroscópica cedido por la colección de Dirk López D´Hont.


En la vitrina que escolta Miguel Valenzuela se muestran diversos equipos, maquetas e instrumentos náuticos. Entre ellos figuran dos magníficas correderas (equipos que miden las millas navegadas y/o la velocidad del buque) cedidas por la gran colección de antigüedades náuticas de Dirk López D´Hont.

La situada en el estante superior es una corredera de barquilla  sobre la que expliqué a mis amigos y condiscípulos el origen de la palabra “nudos” como unidad de medida de la velocidad de un barco. La situada en el tercer estante es una corredera mecánica de hélice marca Walker que empezó a utilizarse a finales del siglo XIX y que yo  utilicé en mi primer barco como alumno de náutica.




La exposición, muestra un buen número de interesantísimos  documentos originales pertenecientes al archivo del Instituto de Gaona: Cartas Náuticas, libros de ordenanzas,  de ejercicios, de limpieza de sangre  y registros de alumnos como  Pedro Blanco, famoso negrero a quien el cubano Lino Novás  dedicó una novela  y  de otros marinos malagueños que lucharon en Trafalgar, murieron en naufragios o navegaron como buenos pilotos y capitanes por todos los mares del mundo.




También figuran maquetas de gran valor de un jabeque y del navío de línea “Victory” cedidas por el Astillero Nereo, fotografiadas más arriba.

Adornan el aula dos marinas de gran formato cedidas por el renombrado marinista malagueño Vicente Gómez Navas (que también fue marino mercante) representando el puerto de Málaga en el siglo XIX.



Como contrapunto a la "veteranía" de nuestro grupo, traemos a continuación la juventud de dos estudiantes de Historia, de la facultad de Filosofía y Letras, que han participado activamente en la exposición. Como ellos dicen: 
Alicia Marchant, nuestra profesora actual de Acceso a las Fuentes de Información Histórica, nos ofreció ser partícipes de esta maravillosa exposición. Aceptamos la propuesta sin dudas, cuando vimos cuan rico es históricamente el Instituto Vicente Espinel, admirando así la historia de Málaga y su relación con el mar".

Miguel Ángel González Marín y Raquel Díaz Santamaría , estudiantes de tercer curso de Historia


El video que aparece a continuación es el que se ha editado para promocionar la Exposición y Jornadas Culturales llamadas Gaona y el Mar

Queremos -desde aquí-  felicitar  a Víctor M. Heredia, Rafael  Maldonado y Francisco Pareja por su iniciativa y por su trabajo,  así como a la directora y a la comunidad educativa del Instituto “Vicente Espinel”  por el éxito alcanzado.




Entrada realizada por:
Carlos Navarrete Trigueros
Rafael Vertedor Sánchez


viernes, 20 de noviembre de 2015

Málaga y el Mar en la Historia

Aunque el título de la entrada os pueda parecer alejado del objeto al que está mayormente dedicado este blog, voy a explicar a continuación qué conexión tiene.

Dentro de los actos programados en la  Exposición y  actividades culturales denominadas  Gaona y el Mar, que probablemente muchos conocéis y a las que hacíamos referencia en una entrada anterior de este blog, para ayer estaba anunciada la celebración de una mesa redonda bajo el mismo título que esta entrada y que tuvo lugar en la cripta del Gaona.



La mesa estaba formada, de izquierda a derecha, por
  • Isabel Grana Gil. Profesora de la UMA
  • Juan Carlos Cilveti Puche. Médico, escritor e investigador sobre temas marinos
  • Victor M. Heredia. Profesor de Historia Económica y Comisario de la Exposición, que actuó como moderador
  • Carlos Navarrete Trigueros. Capitán de la Marina Mercante
  • Francisco Cabrera Pablos. Profesor de Historia
Muy interesantes las intervenciones de todos ellos, pero "barriendo para casa", nos vamos a centrar en la de Carlos Navarrete, por su calidad de antiguo alumno del Gaona, entrañable compañero y amigo de la promoción 1954-60.

El contenido de su muy interesante intervención, que ocupa siete páginas, lo pongo en el siguiente enlace que recomiendo pinchéis para disfrutar de su lectura

Intervención de Carlos Navarrete

Apartándome del tema principal, quisiera comentar que se habló de que esta Exposición y Jornadas Culturales deberían haberse llamado Gaona y la Mar. Entiendo que esa reivindicación de referirse a la mar utilizando el género femenino en lugar del masculino, también correcto en nuestro idioma, la hacen los hombres de mar. Carlos Navarrete es uno de ellos, con sus 36 años de profesión como marino.
Me gustaría pedirle que algún día nos explicara porqué esa preferencia, aunque lo podamos intuir

domingo, 15 de noviembre de 2015

AQUEL PREUNIVERSITARIO (1958-1959): LA PRUEBA DE MADUREZ

El número total de estudiantes que realizaron la prueba de madurez del curso Preuniversitario en el distrito universitario de Granada en la convocatoria de junio de 1959 fue de 904. El examen comenzó el lunes 15 de junio que era el límite a quo previsto en la normativa que lo regulaba. Dado que un tribunal no podía examinar a más de 300 estudiantes el rectorado nombró tres para la prueba común, dos para la específica de ciencias y uno para la de letras. Por el alto número de matriculación de los alumnos de nuestro instituto fuimos examinados ante el tribunal nº 3 que presidía don Emilio Orozco Díaz, catedrático de Historia de la lengua y de la literatura, los vocales don David Gonzalo Maeso de Lengua y literatura hebraicas, don Juan Sánchez Montes de Historia general de la cultura y don Agustín de Asís Garrote de Derecho natural y filosofía del derecho, actuado como secretario el catedrático de Derecho procesal don Jorge Carreras Llansana. Este tribunal se encargó de la valoración de los alumnos con número de matriculación desde el 630 al 904. Yo tenía el número 803 de matrícula.
Nos coloraron en un aula, no recuerdo bien si de la Facultad de Derecho o de la de Ciencias que se encontraban en edificios diferentes colindantes y comunicados entre si. Esta última con entrada por la calle Duquesa y la primera por la plaza de la Universidad. Allí íbamos a realizar la prueba escrita del primer ejercicio que tendría una duración de hora y media y se nos repartió para comentar un texto de unas veinte líneas que comenzaba así: “De los males que el liberalismo introdujo en nuestra patria fueron los peores los que afectaron directamente a la constitución social de la familia.” Era un fragmento de un discurso del general Franco y se trataba de un texto condenatorio del papel que había jugado tal corriente de pensamiento en la disolución de la familia. Obviamente, lo teníamos que analizar a la luz de la información que nos había aportado don Fulgencio Egea Abelenda. Desgraciadamente no recuerdo como resolví una situación tan comprometida. Cuando terminé el ejercicio entendí cabalmente la grandeza de nuestro profesor de filosofía y mi admiración por él no ha sido pasto del tiempo. Nos dio, al menos a mí, una gran lección de coherencia, aunque ello supusiera poner en situación de riesgo a los estudiantes. No recuerdo si hubo algunas preguntas relacionadas con los monográficos sobre Hernán Cortés e Italia.
Sorprendentemente me examinó del idioma moderno (francés) el profesor Antonio Llorente Maldonado de Guevara que era catedrático de Gramática general y crítica literaria además de ser primo de mi tío José Maldonado Cabrero. Y manifiesto mi extrañeza porque don Antonio era miembro del tribunal nº 2 ¿Acaso se trató de un intercambio de alumnos cuando había un interés personal? Tuve que traducir un fragmento del libro Comédies et proverbes de Alfred de Musset. Tengo la convicción que fue generoso en su calificación y este hecho debió compensar la baja nota que debieron otorgarme en la prueba escrita. Lo que escribí sobre la familia no debió ser muy del agrado de los profesores encargados de evaluar la prueba.

Las calificaciones de esta primera prueba aparecieron, creo recordar, el viernes 19 a última hora de la tarde. Satisfecho por el resultado decidí emplear el fin de semana en visitar algunos lugares de Granada. Con Rafael Ángel Gil Rivas, Luis Mezquita Bernad, Luis Camarillo García, José Manuel Bravo Muñoz, Fernando Marti Pallarés, Antonio Maíz Martín, Juan Díaz Pardo, Antonio Lara García, Antonio Domínguez Martín y algunos otros nos dedicamos a recorrer La Alhambra, los jardines del Generalife y el palacio de Carlos V. Desde sus torres pudimos contemplar toda Granada y su vega. También callejeamos y tomamos algunas fotografías en distintos lugares de la hermosa ciudad. Fueron unas horas de asueto y relajación preparatorias para iniciar el último esfuerzo previsto para el siguiente lunes. La prueba específica fue realizada ante el tribunal nº 2 de ciencias que presidía don Fermín Capitán García, catedrático de Química analítica, el vocal don Diego Guevara Pozo, catedrático de Parasitología y actuando como secretario don Francisco de Asís Sales Vallés, catedrático de Estadística matemática y cálculo de probabilidades.

Afortunadamente como don Eduardo García Rodeja era un hombre muy religioso, el cielo no podía abandonarle en aquel trance y dejarlo en evidencia. Para el examen escrito de la prueba específica nos salieron “los pececitos del mar”. Supongo que la mayoría de nosotros respiró, al menos ese fue mi caso. Creo recordar que la prueba tenía algo que ver con el tema 11 dedicado al conocimiento de las grandes pesquerías españolas y mundiales. Yo salí satisfecho de mi examen. Además visto a posteriori la composición de tribunal con inexistencia de especialistas todo apunta hacia una corrección cuanto menos generosa, cosa que también ocurría en el tribunal del primer ejercicio. Tal vez esta ausencia de reales especialistas en aquellos temas monográficos propició –al menos en la Universidad de Granada- el alto porcentaje de aprobados en las dos convocatorias de ese año que alcanzó el 76’46%, siendo la media nacional el 56’8%.
Ya sólo quedaba la temida prueba oral de matemáticas que se realizaba ante don Francisco de Asís Sales, el único miembro del tribunal con suficientes conocimientos matemáticos. En mi caso se efectuó el miércoles 24 de junio. Tuve que resolver el problema 376 cuyo enunciado era el siguiente: “Dada la función y=√x2-a que pasa por el punto (4,0), determinar: 1º) El valor de a, 2º) Las ecuaciones de las tangentes en los puntos de abscisa: x=5, 3º) El área del triángulo formado por dichas tangentes y el eje de ordenadas y 4º) El volumen del cuerpo engendrado por dicho triángulo al girar sobre el eje de abscisas”. Se trataba de un clásico problema de geometría analítica, la parte de las matemáticas más de mi agrado y para cuyo aprendizaje había gozado de excelentes profesores, entre ellos don Valentín Aldeanueva. Por otra parte conocía muy bien la función de función que específicamente había constituido el tema 84 de ciencias en la revalida de sexto curso. En la pizarra dibujé los ejes de coordenadas cartesianas y calculé el valor de a sustituyendo los valores de x e y en la función
0=√(42 –a)
a=16

Continué el desarrollo del problema buscando la pendiente (coeficiente angular) para lo cual elevé al cuadrado los dos términos de la función             
y2=x2-a
2yy’=x2-a
y’=x2-a/2y

 Llegado a este punto y por consiguiente sin haber alcanzado todavía tres de los cuatro resultados que se pedían, don Francisco de Asís me detuvo y me preguntó qué era y’; yo te respondí que era la pendiente obtenida por función de función y aquí terminó mi examen. Había quedado expedito el camino hacia el mundo universitario.



En esta foto se identifican: Luis Mezquita, Antonio Lara, Antonio Domínguez y Juan L. Carrillo



Identificados: Antonio Maíz, Luis Camarillo, Lara, Mezquita y Carrillo



Identificados: Ángel Gil Rivas, José Manuel Bravo, Juan Díaz, Fernando Martí, Domínguez y Carrillo

sábado, 7 de noviembre de 2015

FOTO 62-63, con fotógrafo

Lamento ser torpecillo y pido perdón aunque la inserción de esta foto, que al igual que otras me imagino que tendrá algo de oportuna.
Como algún antiguo compañero ha corroborado en algún comentario, yo no salía en las fotos al ser el fotógrafo; he rebuscado y encontrado esta que no está mal, se trata de los de 6º en el año 62-63, lógicamente en un recreo.



El menda, el "artista fotógrafo" que suscribe, es ese con cara de formalito que está en el centro con chaqueta y gafas oscuras. Ojo, que las apariencias engañan, siempre estaba en el límite de lo travieso y lo gamberro en la época. Si no me equivoco, Sánchez Gallego, también participante de este blog está abajo a la derecha de la imagen. a la izquierda, también abajo, el entrañable Jorge Márquez Carretero, y dispersos, Barriga, Martín, Alamos, Meléndez, etcétera.

miércoles, 21 de octubre de 2015

Lujo de foto; 1963-64

Breve presentación; aunque ya había intervenido en algún comentario de este magnífico y entrañable blog, e incluso hay bastante material fotográfico de mi autoría, al ser invitado amablemente por Rafael Vertedor a participar, no he podido resistirme a dar a conocer esta fotografía del grupo de Preu del 63-64 ya que debe tener un tratamiento especial por muchos motivos.




- Puede considerarse una más, clásica, en el recién estrenado edificio de Martiricos (llevaba tres años), pero tanto en el alumnado de Preu de Ciencias, alguno se letras se coló en esta foto, como en el profesorado hay que puntualizar.

-Del alumnado, de arriba hacia la derecha, recuerdo algunos nombres, pido perdón por los errores posibles y los olvidos. Martín López, Alfonso García Molina (con cigarro), Eduardo Ortega (retorciéndose manteniendo el equilibrio), Jerez, José A. Rodríguez Montes, Páez Paéz del Camino (le asoma la frente inconfundible), Andrés Campos, Fermín Alés (sólo la frente también), (?) y Martín Rando ?, más abajo, Bañares, Fernando Álamos (sólo la frente, tras el profesorado), (?) asoma Blas Guillén, y delante de los profesores Pepe Baena, cuatro que no recuerdo bien sus nombres aunque los recuerdo como empollones, y los dos sentados de adelante, Julio Mancera y Meléndez.

-Los tres profesores en el centro son, el de la izquierda Don Ramón Díaz-Delgado Viaña, Dña. Mª Ángeles Golbano Herreros y Don Luís Díez Jiménez. No están recogidos sus datos en otras entradas y no por ello son menos importantes, quizás por los tiempos más recientes en que estuvieron, aunque precisamente Ángeles Golbano era la más antigua en el instituto de los tres.
Profesora de Historia que a todos nos cayó estupendamente desde el primer día por que destacaba por su edad y además era muy simpática y cariñosa; en el periodo que estuvo en Málaga estaba además preparándose las oposiciones y al sacarlas se fue a Madrid; al poco se dedicó casi exclusivamente a la Arqueología que era su pasión. Cuando llegó a Málaga le endosaron lo que para muchos profesores era (y es) un auténtico engorro, los viajes de estudios. Se estrenó con uno "andaluz" con D. Ángel Blázquez (el tosco) que no paraba de regañar, a ella y a todos; aún recuerdo que tras una magnífica explicación en la Cueva del Romeral, se dirigió a ella echándole una auténtica bronca. Golbano siguió tan afectuosa y en los viajes de estudios; al año siguiente, vino a otro con D. Luis Márquez (de Gimnasia) haciendo un recorrido hasta Barcelona, al volver por Madrid nos ofreció su casa y allí estuvimos merendando medio grupo junto con su familia, en la Calle Gaztambide. En la época el que un profesor invitara a sus alumnos era un auténtico hito.
De D. Luís Díez Jiménez que vamos a decir, no sólo un gran profesor que acababa de llegar de Jaen trasladado al jubilarse D. Remigio y quedar vacante la cátedra de Ciencias Naturales, que aunque daba la Biología de Preu, sus tendencias científicas eran más por la Geología, y ¡¡como no!!, por la "Antología del Disparate", muestra de buen humor e indulgencia; no pocos libros posteriores han imitado su formato. No era imaginable que aquél hombre serio con un Volkswagen escarabajo negro coleccionaba nuestras barbaridades.
El de la izquierda, Don Ramón, merece otro tratamiento. Por un lado la dirección del instituto tras el año que la llevó D. Ángel Blázquez estaba vacante y había "marejadilla de fondo" entre el claustro. Se decidió por la inspección de Granada traer a lo que se llama un "director-comisario", es decir, uno a dedo que no conozca a nadie.
Por otro lado, D. Ramón, catedrático de Filosofía, estaba represaliado y fuertemente con una fórmula curiosa, suspendido de empleo pero no de sueldo, tal como suena y no fue el primer caso. A estos represalias se les reincorporaba al servicio activo justo el mismo año de la jubilación, y este fue uno de esos casos. D. Ramón era un eminente estudioso de Sócrates y Platón, con estudios sobre ellos internacionales y en varios idiomas y desde luego se le notaba en clase. Una maravilla explicando y entusiasmando. Recuerdo que con las aporías de Zenón se lió lo más grande, una mañana entera discutiendo y él sin parar de sonreír y contradiciendo las proposiciones de nosotros los pardillos.
Don Ramón era un pamplonica que poco antes de 1936 ya militaba en partidos de izquierda y, lo que fue peor para su depuración, formaba parte de una "Asociación de amigos de Rusia". Sin comentarios a tales efectos.
Espero no haberme enrollado mucho, pero la foto tiene faena.
Luis Castellón (Como siempre en la época, el fotógrafo no salía en la foto)

jueves, 15 de octubre de 2015

GAONA Y EL MAR

Entre el próximo 6/11 y el 4/12 se van a celebrar unas jornadas con conferencias y mesas redondas sobre el tema:

GAONA Y EL MAR: El Real Colegio de San Telmo y las enseñanzas de náutica en el Instituto de Málaga.

Nuestro estimado amigo, el historiador y Profesor de Historia Económica, Victor Manuel Heredia Flores, nos ha hecho llegar el programa de actos que incluyo más abajo.

Numerosas personalidades relacionadas con este tema participarán en estas jornadas que prometen ser muy interesantes.

Hemos de mencionar que nuestro  querido amigo y compañero de estudios en el Gaona, Carlos Navarrete Trigueros, también participará en uno de los numerosos actos, concretamente en una  mesa redonda el 19/11 a las 19h en el Gaona, en calidad de antiguo alumno del Instituto y de Capitán de la Marina Mercante.

Nuestros mejores deseos de éxito para estas jornadas. Seguro que tendremos el placer de saludar a algunos de los antiguos compañeros del Instituto Gaona en algunos de estos actos.

Haciendo clic sobre las imágenes se verán más ampliadas y pinchando en el siguiente enlace se puede descargar el fichero PDF que contiene el programa de actos:




domingo, 26 de abril de 2015

MÁLAGA DE LUTO


“Tuvieron actuación destacadísima en el rescate de los heridos el Regimiento de Infantería Ceuta de guarnición en Ronda”. Con estas palabras el diario ABC (Madrid) de 29 de abril de 1966 (p. 79) hacía referencia al comportamiento del Regimiento Ceuta 54 en la humanitaria tarea de rescatar a los lesionados en un trágico accidente. Nada más llegar la noticia del mismo, ocurrido sobre las cuatro de la tarde en el lugar conocido como El Pantano en Montejaque, el Primer Jefe Coronel Joaquín Amores Navarro nos movilizó. Me incluyo en esta movilización porque en ese momento yo realizaba el periodo de prácticas de la IPS y estaba destinado como médico en este regimiento recién trasladado a Ronda desde Ceuta.

En la mañana del día 27 de abril partió desde Málaga una excursión artística para visitar la Cueva de la Pileta. Casi todos eran alumnos de sexto curso de bachillerato del Instituto Nuestra Señora de la Victoria y por tanto cursaban ese año la asignatura de “Historia del Arte y de la Cultura”, a los que se sumaron cuatro del curso Preuniversitario. Viajaban en un autobús Seida de motor Pegaso propiedad de la empresa Olmedo que había sido matriculado en febrero del año anterior (MA-43917) y lo conducía don Diego Olmedo Gaitán. Al frente de la expedición iba la profesora de Lengua y literatura doña Elena Villamana Peco, acompañada por don Francisco López Ruiz, catedrático de Lengua griega y la joven profesora adjunta interina de Geografía e Historia doña María Victoria Serrano Zambrana que había sido contratada el año anterior para cubrir la vacante generada por la jubilación de don Ángel Blázquez Jiménez. Regresaban a Málaga cuando cerca de la curva denominada El Hundidero el autobús cayó por un precipicio de unos treinta metros de profundidad.

El resultado no pudo ser más trágico: siete fallecidos (el conductor, el profesor López Ruiz, la profesora Serrano y los alumnos Pío Verdú Infantes, José Manuel Martín García, José Velasco López y Fernando Delgado Jerez; ocho lesionados calificados de pronóstico grave, entre ellos la profesora Villamana; treinta y dos menos graves y dos leves. En función de su gravedad algunos necesitaron internamiento en el Hospital Comarcal de Ronda. Los cadáveres fueron trasladados a Málaga, adaptándose la ambulancia del regimiento para trasladar los de María Victoria Serrano y el alumno José Manuel Martín García que salió a las 8 de la tarde del mismo día. A medida que fueron llegando los féretros se fueron instalando en la capilla ardiente del Instituto donde se celebró un funeral y responso a las 6 y sepelio a las 8 de la tarde del día 28. Horas muy dolorosas especialmente para los responsables de gestionarlas. Don Ramón Díaz-Delgado Viaña (n. c. 1898-1988) catedrático de Filosofía que era el director y don Jaime Molina Martínez que era el secretario. El profesor Díaz-Delgado fue nombrado por la República vicedirector de Instituto de Huesca en 1931 y sufrió un duro proceso de depuración política reincorporándose a la enseñanza en el Instituto de Jaén el 1 de marzo de 1963, trasladándose a Málaga ese mismo año. El profesor Molina era adjunto de matemáticas desde 1962. Un año después del trágico suceso se conmemoró este primer aniversario colocando un monolito en el lugar: un prisma de granito con una cruz y una llama gravadas con los nombres de los fallecidos, diseño original del profesor de dibujo don Carlos Jesús Mielgo Hergueta y realización de Vicente Botós.




Foto proporcionada por Víctor Heredia Flores



P. S. Deseo dedicar esta entrada a Pedro Francisco Real Pascual que afortunadamente sólo sufrió una herida en la cabeza de carácter menos grave. Desde que su familia (sus padres Pedro Real Caro y Francisca Pascual Abolafio, su abuela Remedios Abolafio Carrión y su hermano Miguel Ángel) trasladó el domicilio a nuestra casa, con entrada por la calle San José 4 a comienzos de 1954, fueron unos inolvidables vecinos. A pesar de nuestra diferencia de edad -12 años con el pequeño Miguel Ángel y 10 don Pedro Francisco- fueron muchas las horas que jugamos juntos y yo me comportaba como si fuera un hermano de mayor edad. Asimismo aprendí el equipamiento y funcionamiento de una imprenta y allí nació mi interés por las artes gráficas que tan útil me ha sido a lo largo de mi carrera profesional.   





martes, 27 de enero de 2015

FOTOS INSTITUTO

Estas fotos corresponden al 6º Curso y aunque están realizadas en el Instituto de Martiricos, nos trasladamos a este centro desde Gaona en el tercer trimestre del 4º curso y por lo tanto inauguramos el Instituto de Martiricos.
Las fotos aparte de los recuerdos que conllevan tienen más importancia por la presencia de algunos de nuestros antiguos profesores. 
En cada imagen sería excesivo el asignar nombres a todos los compañeros por lo que me he limitado a la reseña de profesores y algún alumno.
Espero que gusten.
En la fuente con Felicísimo bebiendo
Aquí con D.Luis Romero

Aquí estamos con D. Angel Blazquez 

Aquí aparecemos con D. Estebán Cebrián y D. Luis Romero y podemos ver a José Infante famoso poeta y cronista de temas culturales de TVE (2º de pié por la derecha) y Felicisimo que que esta a la derecha de D. Estebán. Felicísimo creo recordar que fue Director  General de Correos.

En esta foto aparece D. Jesús Marín profesor de Física y Química, y compañeros de 6º curso

VISITA AL INSTITUTO

Este grupo de ex alumnos del Instituto de Gaona (1954-1960) tiene la buena costumbre de reunirse periódicamente para comer y para sanar las nostalgias, recordar a los amigos y brindar para que los años que nos queden (que sean muchos) podamos seguir compartiendo nuestras pasadas vivencias y nuestras actuales dolencias.

La reunión del pasado 20 de enero fue muy especial porque, antes de celebrar la comida reglamentaria, visitamos nuestro Instituto, el mismo que habíamos dejado hace ya cincuenta y cinco años.

Nuestro anfitrión fue el profesor Víctor M. Heredia Flores (autor del libro "Gaona. De congregación de san Felipe Neri a Instituto de enseñanza secundaria") que había gestionado previamente el permiso de entrada al Centro y que actuó como "guía de lujo", salpicando nuestro recorrido por los patios, pasillos y estancias con curiosos datos, valiosas informaciones y simpáticas anécdotas.

De izquierda a derecha: Francisco Fernández Torreblanca, Andrés Vázquez Lobato, Víctor M. Heredia Flores, Antonio Sánchez Muñoz, Rafael Vertedor Sánchez, Miguel Valenzuela Martín, Ramón Bonilla Galdeano  Ricardo de la Torre Martín, Jesús Vergé Lozano, Francisco Almodóvar Herrera, Francisco García Aguilar, Carlos Navarrete Trigueros y Gaspar Gil Rivas. 

La visita finalizó en el pequeño local que recoge el archivo del Instituto, donde Víctor Heredia ha realizado una encomiable labor de clasificación y ordenamiento.
De forma amena nos  hizo una descripción de los documentos que allí se guardan, mostrándonos algunos de los más interesantes y curiosos. 



Legajo de certificados de limpieza de sangre, exigibles para el ingreso en el l Real Colegio naval de san Telmo

(A propósito, recomiendo la lectura de una entrada de Rafael Vertedor en este blog, con fecha 9 de setiembre de 2012 titulada "El archivo de Gaona")

Desde estas líneas quiero agradecer al profesor Víctor M. Heredia, en mi nombre y en el de todos, la dedicación a nuestro grupo en el retorno -por unas horas- al viejo y entrañable caserón de Gaona, donde transcurrieron algunos de los años más importantes de nuestras vidas



viernes, 16 de enero de 2015

EL INCONVENIENTE DE SENTARSE EN LUGAR INADECUADO

Era viernes, 16 de octubre de  1959 y comenzaba el 6º curso de bachillerato que, como todos los anteriores, cursaba en el instituto de Gaona.

Valga como prolegómeno mencionar mi especial visión de don Eduardo García Rodeja en aquellas fechas. 

A pesar de haber superado sin novedad el año anterior sus exigentes criterios en química de 5º de bachillerato (sobre todo en la orgánica), la figura del ilustre catedrático me sobrepasaba; sería el prestigio de su magisterio, su fama, su estricta seriedad o todo eso en conjunto; pero esa impresión –seguramente también porque sólo tenía quince años recién cumplidos- no era (como debiera haber sido) de orgullo por disfrutar de tan gran profesor sino de temor, de tensión extrema que me impedía aprovechar sus lecciones debidamente.

Estábamos en clase de Física y era más o menos mediodía cuando sucedió:

Don Eduardo, se aproximó a la balaustrada  que rodeaba el entarimado que marcaba su territorio y, apoyándose sobre ella,  pronunció mi apellido añadiendo una frase que me sonó como una sentencia de muerte:
-¡Levántese!

El mundo se me vino encima porque no sabía por dónde vendrían los tiros, pero como un resorte, aunque con las piernas temblando, cumplí la orden;

Don Eduardo levantó la mano señalándome acusadoramente (eso me pareció) y, con voz estentórea, dijo:
-¡Ahí, ahí donde está Navarrete, se sentaba mi  alumno Severo Ochoa que acaba de obtener el premio Nobel de medicina  de este año!

(Ahora me pregunto si la prodigiosa memoria de don Eduardo podría recordar el lugar exacto  en que se situaba un alumno -aunque fuera excelente- del año  1921)

Mientras yo no sabía si permanecer de pie o si sentarme,  pero con el ferviente  deseo incumplido de poder esfumarme, don Eduardo hizo un panegírico del profesor Severo Ochoa y terminó comentando que -como en aquella época- él continuaba explicando su asignatura con la misma ilusión, que seguía cantando y bailando la física y química para hacerla más asequible a sus alumnos.

Han pasado cincuenta y cinco años de este episodio  y todavía recuerdo aquel  amargo momento para mí.
Paco García Aguilar, condiscípulo y amigo, que lo vivió como espectador me lo ha recordado recientemente.


Por eso lo traigo hoy, aquí, a colación