domingo, 26 de abril de 2015

MÁLAGA DE LUTO


“Tuvieron actuación destacadísima en el rescate de los heridos el Regimiento de Infantería Ceuta de guarnición en Ronda”. Con estas palabras el diario ABC (Madrid) de 29 de abril de 1966 (p. 79) hacía referencia al comportamiento del Regimiento Ceuta 54 en la humanitaria tarea de rescatar a los lesionados en un trágico accidente. Nada más llegar la noticia del mismo, ocurrido sobre las cuatro de la tarde en el lugar conocido como El Pantano en Montejaque, el Primer Jefe Coronel Joaquín Amores Navarro nos movilizó. Me incluyo en esta movilización porque en ese momento yo realizaba el periodo de prácticas de la IPS y estaba destinado como médico en este regimiento recién trasladado a Ronda desde Ceuta.

En la mañana del día 27 de abril partió desde Málaga una excursión artística para visitar la Cueva de la Pileta. Casi todos eran alumnos de sexto curso de bachillerato del Instituto Nuestra Señora de la Victoria y por tanto cursaban ese año la asignatura de “Historia del Arte y de la Cultura”, a los que se sumaron cuatro del curso Preuniversitario. Viajaban en un autobús Seida de motor Pegaso propiedad de la empresa Olmedo que había sido matriculado en febrero del año anterior (MA-43917) y lo conducía don Diego Olmedo Gaitán. Al frente de la expedición iba la profesora de Lengua y literatura doña Elena Villamana Peco, acompañada por don Francisco López Ruiz, catedrático de Lengua griega y la joven profesora adjunta interina de Geografía e Historia doña María Victoria Serrano Zambrana que había sido contratada el año anterior para cubrir la vacante generada por la jubilación de don Ángel Blázquez Jiménez. Regresaban a Málaga cuando cerca de la curva denominada El Hundidero el autobús cayó por un precipicio de unos treinta metros de profundidad.

El resultado no pudo ser más trágico: siete fallecidos (el conductor, el profesor López Ruiz, la profesora Serrano y los alumnos Pío Verdú Infantes, José Manuel Martín García, José Velasco López y Fernando Delgado Jerez; ocho lesionados calificados de pronóstico grave, entre ellos la profesora Villamana; treinta y dos menos graves y dos leves. En función de su gravedad algunos necesitaron internamiento en el Hospital Comarcal de Ronda. Los cadáveres fueron trasladados a Málaga, adaptándose la ambulancia del regimiento para trasladar los de María Victoria Serrano y el alumno José Manuel Martín García que salió a las 8 de la tarde del mismo día. A medida que fueron llegando los féretros se fueron instalando en la capilla ardiente del Instituto donde se celebró un funeral y responso a las 6 y sepelio a las 8 de la tarde del día 28. Horas muy dolorosas especialmente para los responsables de gestionarlas. Don Ramón Díaz-Delgado Viaña (n. c. 1898-1988) catedrático de Filosofía que era el director y don Jaime Molina Martínez que era el secretario. El profesor Díaz-Delgado fue nombrado por la República vicedirector de Instituto de Huesca en 1931 y sufrió un duro proceso de depuración política reincorporándose a la enseñanza en el Instituto de Jaén el 1 de marzo de 1963, trasladándose a Málaga ese mismo año. El profesor Molina era adjunto de matemáticas desde 1962. Un año después del trágico suceso se conmemoró este primer aniversario colocando un monolito en el lugar: un prisma de granito con una cruz y una llama gravadas con los nombres de los fallecidos, diseño original del profesor de dibujo don Carlos Jesús Mielgo Hergueta y realización de Vicente Botós.




Foto proporcionada por Víctor Heredia Flores



P. S. Deseo dedicar esta entrada a Pedro Francisco Real Pascual que afortunadamente sólo sufrió una herida en la cabeza de carácter menos grave. Desde que su familia (sus padres Pedro Real Caro y Francisca Pascual Abolafio, su abuela Remedios Abolafio Carrión y su hermano Miguel Ángel) trasladó el domicilio a nuestra casa, con entrada por la calle San José 4 a comienzos de 1954, fueron unos inolvidables vecinos. A pesar de nuestra diferencia de edad -12 años con el pequeño Miguel Ángel y 10 don Pedro Francisco- fueron muchas las horas que jugamos juntos y yo me comportaba como si fuera un hermano de mayor edad. Asimismo aprendí el equipamiento y funcionamiento de una imprenta y allí nació mi interés por las artes gráficas que tan útil me ha sido a lo largo de mi carrera profesional.