Breve presentación; aunque ya había intervenido en algún comentario de este magnífico y entrañable blog, e incluso hay bastante material fotográfico de mi autoría, al ser invitado amablemente por Rafael Vertedor a participar, no he podido resistirme a dar a conocer esta fotografía del grupo de Preu del 63-64 ya que debe tener un tratamiento especial por muchos motivos.
- Puede considerarse una más, clásica, en el recién estrenado edificio de Martiricos (llevaba tres años), pero tanto en el alumnado de Preu de Ciencias, alguno se letras se coló en esta foto, como en el profesorado hay que puntualizar.
-Del alumnado, de arriba hacia la derecha, recuerdo algunos nombres, pido perdón por los errores posibles y los olvidos. Martín López, Alfonso García Molina (con cigarro), Eduardo Ortega (retorciéndose manteniendo el equilibrio), Jerez, José A. Rodríguez Montes, Páez Paéz del Camino (le asoma la frente inconfundible), Andrés Campos, Fermín Alés (sólo la frente también), (?) y Martín Rando ?, más abajo, Bañares, Fernando Álamos (sólo la frente, tras el profesorado), (?) asoma Blas Guillén, y delante de los profesores Pepe Baena, cuatro que no recuerdo bien sus nombres aunque los recuerdo como empollones, y los dos sentados de adelante, Julio Mancera y Meléndez.
-Los tres profesores en el centro son, el de la izquierda Don Ramón Díaz-Delgado Viaña, Dña. Mª Ángeles Golbano Herreros y Don Luís Díez Jiménez. No están recogidos sus datos en otras entradas y no por ello son menos importantes, quizás por los tiempos más recientes en que estuvieron, aunque precisamente Ángeles Golbano era la más antigua en el instituto de los tres.
Profesora de Historia que a todos nos cayó estupendamente desde el primer día por que destacaba por su edad y además era muy simpática y cariñosa; en el periodo que estuvo en Málaga estaba además preparándose las oposiciones y al sacarlas se fue a Madrid; al poco se dedicó casi exclusivamente a la Arqueología que era su pasión. Cuando llegó a Málaga le endosaron lo que para muchos profesores era (y es) un auténtico engorro, los viajes de estudios. Se estrenó con uno "andaluz" con D. Ángel Blázquez (el tosco) que no paraba de regañar, a ella y a todos; aún recuerdo que tras una magnífica explicación en la Cueva del Romeral, se dirigió a ella echándole una auténtica bronca. Golbano siguió tan afectuosa y en los viajes de estudios; al año siguiente, vino a otro con D. Luis Márquez (de Gimnasia) haciendo un recorrido hasta Barcelona, al volver por Madrid nos ofreció su casa y allí estuvimos merendando medio grupo junto con su familia, en la Calle Gaztambide. En la época el que un profesor invitara a sus alumnos era un auténtico hito.
De D. Luís Díez Jiménez que vamos a decir, no sólo un gran profesor que acababa de llegar de Jaen trasladado al jubilarse D. Remigio y quedar vacante la cátedra de Ciencias Naturales, que aunque daba la Biología de Preu, sus tendencias científicas eran más por la Geología, y ¡¡como no!!, por la "Antología del Disparate", muestra de buen humor e indulgencia; no pocos libros posteriores han imitado su formato. No era imaginable que aquél hombre serio con un Volkswagen escarabajo negro coleccionaba nuestras barbaridades.
El de la izquierda, Don Ramón, merece otro tratamiento. Por un lado la dirección del instituto tras el año que la llevó D. Ángel Blázquez estaba vacante y había "marejadilla de fondo" entre el claustro. Se decidió por la inspección de Granada traer a lo que se llama un "director-comisario", es decir, uno a dedo que no conozca a nadie.
Por otro lado, D. Ramón, catedrático de Filosofía, estaba represaliado y fuertemente con una fórmula curiosa, suspendido de empleo pero no de sueldo, tal como suena y no fue el primer caso. A estos represalias se les reincorporaba al servicio activo justo el mismo año de la jubilación, y este fue uno de esos casos. D. Ramón era un eminente estudioso de Sócrates y Platón, con estudios sobre ellos internacionales y en varios idiomas y desde luego se le notaba en clase. Una maravilla explicando y entusiasmando. Recuerdo que con las aporías de Zenón se lió lo más grande, una mañana entera discutiendo y él sin parar de sonreír y contradiciendo las proposiciones de nosotros los pardillos.
Don Ramón era un pamplonica que poco antes de 1936 ya militaba en partidos de izquierda y, lo que fue peor para su depuración, formaba parte de una "Asociación de amigos de Rusia". Sin comentarios a tales efectos.
Espero no haberme enrollado mucho, pero la foto tiene faena.
Luis Castellón (Como siempre en la época, el fotógrafo no salía en la foto)
Bienvenido al blog, Luis.
ResponderEliminarGracias por tu entrada . Esperamos y deseamos que sigas frecuentando el blog con nuevas aportaciones
El comentario anterior corresponde realmente a José Luís Sánchez Gallego aunque ha salido con la referencia de Karlitros por ignorancia del funcionamiento.
EliminarMe alegro mucho de ver esta foto aunque yo no formo parte de ella, te acordarás de mí porque era el más pequeño del curso -Sánchez Gallego- aunque fuimos compañeros de curso pero solo cursé hasta 6º para seguir mis estudios en la Escuela de Peritos Industriales de Málaga. Entre los compañeros que decidimos incorporarnos a Peritos estaban Martín Aguilar, Gomez Navas, Fernández Medina, Calvo Alcántara entre otros.Por lo que comentas del fotógrafo, efectivamente nunca salías en las fotos. Las fotos que yo publiqué en la página las hiciste tú. Por cierto como me acuerdo de las imitaciones que hacías de los profesores y lo que nos reíamos, aquellas expresiones "es una pena" de D.Angel alias el tosco o "las pinzas de turmalina" de D.Remigio y otras muchas, recuerdo que un día hiciste las imitaciones delante del profesor de Inglés cuyo nombre no recuerdo y se partía de risa.
ResponderEliminarUn abrazo
A manera de respuesta al anterior, ya que lo intenté hace unos días pero los "duendes informáticos" se me escapan. Voy a intentar casi repetirlo.
ResponderEliminarPues si señor, naturalmente que me acuerdo de ti, Sánchez Gallego, de talla pequeña, rubio y muy bien peinado siempre. Además de muy simpático. Igualmente me acuerdo de aquella sesión "canalla" en la que delante de aquél profesor de Inglés que acababa de llegar y no sabía a qué miuras se enfrentaba. Imité a todo lo imitable, no sólo al tosco y a Don Remigio con la vara de las pinzas de turmalina (ironías, ahora tengo tres en mi casa), también cayeron D. Luis Romero (el pichi), D. Jesús Marín (ese era muy fácil de imitar), Dña. Elena Villamana y el de política ("el tirilla"), Miranda Jiménez creo recordar; además con este último hubo complicidad entre Jorge Márquez y yo porque me preguntaba como si yo fuera el auténtico y al responder ya era hilarante.
También te doy la razón, pero voy a intentar corregirlo. No salía en las fotos por ser el fotógrafo, de forma que voy a intentar insertar una en la que estoy.
Perdón, me temo que irá en la siguiente entrada, no encuentro forma de insertarla como respuesta.
Aquella imitación fue memorable y quedó para la historia. Por cierto lo de pequeño quedó en menos de 2 años en anécdota ya que pasé de menos de 1.60 a 1.75 m que para aquella época era una altura por encima de la media, en definitiva que pegué el estirón.
EliminarUn abrazo.