El pasado miércoles 2 de diciembre, un grupo de ex-alumnos de la promoción 54-60, estuvimos visitando la Exposición dedicada a "Gaona y el Mar" ubicada en el antiguo Gaona, hoy IES "Vicente Espinel", en la llamada Aula del Mar.
Uno de los componentes del grupo, nuestro amigo Carlos Navarrete, Capitán de la Marina Mercante, nos estuvo ilustrando la visita explicándonos la utilidad de los diferentes objetos expuestos.
Yo me voy a limitar a poner la fotos que hicimos e invito a Carlos a que las comente, haciendo la descripción de los objetos que aparecen y su utilidad en la enseñanza y en la navegación.
Aceptando la invitación de Rafael Vertedor, diré que:
La exposición hace memoria de las desaparecidas enseñanzas de Náutica de Málaga, que se impartieron primero en el Real Colegio de San Telmo (de 1787 a 1847) de la calle Compañía -hoy el edificio que comparten el Colegio de Prácticas número 1 y el Ateneo- y a partir de 1847 hasta 1924 en el Instituto de Gaona.
La joya del "Aula del Mar" es -sin duda- la corbeta "San Telmo" que es también el motivo principal de la exposición. El barco es un modelo didáctico destinado al aprendizaje de la nomenclatura de arboladura, jarcias y velas y a explicar su manejo para realizar las maniobras necesarias en este tipo de buques. Su valor radica en sus más de doscientos años de historia, muchos de los cuales sirvieron para la formación de marinos en el Real Colegio de San Telmo inicialmente y en la escuela de Náutica del Gaona después.
La corbeta adquirirá toda su vistosidad cuando se finalicen detalles pendientes de acabado en la arboladura y jarcia firme y -sobre todo- cuando se monte el velamen y su jarcia de labor.
La exposición hace memoria de las desaparecidas enseñanzas de Náutica de Málaga, que se impartieron primero en el Real Colegio de San Telmo (de 1787 a 1847) de la calle Compañía -hoy el edificio que comparten el Colegio de Prácticas número 1 y el Ateneo- y a partir de 1847 hasta 1924 en el Instituto de Gaona.
La joya del "Aula del Mar" es -sin duda- la corbeta "San Telmo" que es también el motivo principal de la exposición. El barco es un modelo didáctico destinado al aprendizaje de la nomenclatura de arboladura, jarcias y velas y a explicar su manejo para realizar las maniobras necesarias en este tipo de buques. Su valor radica en sus más de doscientos años de historia, muchos de los cuales sirvieron para la formación de marinos en el Real Colegio de San Telmo inicialmente y en la escuela de Náutica del Gaona después.
La corbeta adquirirá toda su vistosidad cuando se finalicen detalles pendientes de acabado en la arboladura y jarcia firme y -sobre todo- cuando se monte el velamen y su jarcia de labor.
De izquierda a derecha, Rafael Vertedor, Jesús Verge, Paco García Aguilar, Miguel Valenzuela, Ricardo de la Torre y Carlos Navarrete
Rodeando un modelo de aguja giroscópica cedido por la colección de Dirk
López D´Hont.
En la
vitrina que escolta Miguel Valenzuela se muestran diversos equipos, maquetas e
instrumentos náuticos. Entre ellos figuran dos magníficas correderas (equipos
que miden las millas navegadas y/o la velocidad del buque) cedidas por la gran colección de antigüedades náuticas de Dirk López D´Hont.
La situada
en el estante superior es una corredera de barquilla sobre la que expliqué a mis amigos y condiscípulos
el origen de la palabra “nudos” como unidad de medida de la velocidad de un
barco. La situada en el tercer estante es una corredera mecánica de hélice marca
Walker que empezó a utilizarse a finales del siglo XIX y que yo utilicé en mi primer barco como alumno de náutica.
La exposición, muestra un buen número de interesantísimos documentos originales pertenecientes al archivo del Instituto de Gaona: Cartas Náuticas, libros de ordenanzas, de ejercicios, de limpieza de sangre y registros de alumnos como Pedro Blanco, famoso negrero a quien el cubano Lino Novás dedicó una novela y de otros marinos malagueños que lucharon en Trafalgar, murieron en naufragios o navegaron como buenos pilotos y capitanes por todos los mares del mundo.
También figuran maquetas de gran valor de un jabeque y del navío de línea
“Victory” cedidas por el Astillero Nereo,
fotografiadas más arriba.
Adornan el aula dos marinas de gran formato cedidas por el renombrado marinista malagueño Vicente Gómez Navas (que también fue marino mercante) representando el puerto de Málaga en el siglo XIX.
Adornan el aula dos marinas de gran formato cedidas por el renombrado marinista malagueño Vicente Gómez Navas (que también fue marino mercante) representando el puerto de Málaga en el siglo XIX.
Como contrapunto a la "veteranía" de nuestro grupo, traemos a continuación la juventud de dos estudiantes de Historia, de la facultad de Filosofía y Letras, que han participado activamente en la exposición. Como ellos dicen:
" Alicia Marchant, nuestra profesora actual de Acceso a
las Fuentes de Información Histórica, nos ofreció ser partícipes de esta maravillosa
exposición. Aceptamos la propuesta sin dudas, cuando vimos cuan rico es
históricamente el Instituto Vicente Espinel, admirando así la historia de
Málaga y su relación con el mar".
Miguel Ángel González Marín y Raquel Díaz Santamaría , estudiantes de tercer curso de Historia
El video que aparece a continuación es el que se ha editado para promocionar la Exposición y Jornadas Culturales llamadas Gaona y el Mar
Queremos -desde aquí- felicitar a Víctor M. Heredia, Rafael Maldonado y Francisco Pareja por su iniciativa
y por su trabajo, así como a la directora y a
la comunidad educativa del Instituto “Vicente Espinel” por el éxito alcanzado.
Entrada realizada por:
Carlos Navarrete Trigueros
Rafael Vertedor Sánchez
Mi enhorabuena por la entrada a los dos, a Carlos Navarrete y a Rafael Vertedor, tanto en lo personal como presidente de la Asociación Nacional para la Defensa del Patrimonio de los Institutos Históricos, y como no, como antiguo alumno aunque tres años más joven.
ResponderEliminarQuiero destacar además el cariño mostrado en el contenido de la entrada hacia el uso didáctico de la exposición, redimiéndola de ser sólo una añoranza, sino que los frutos pueden ser muy valiosos. Además las intervenciones de Navarrete me parecen muy adecuadas.
Una cosa que se me viene a la memoria. Lo mismo se me ha pasado en las distintas intervenciones del blog, pero no me parece haber visto ninguna referencia al Padre Potaje (Espinosa Pacheco), y en los estudios de Náutica en los años cincuenta y sesenta tenía mucho que ver, ya que aunque se realizaban en Cádiz, este cura dominaba el asunto desde Málaga, al menos para los que queríamos hacerlos. No se si el organismo que dirigía se llamaba el Icet o algo parecido y me parece recordar que estaba por la calle Tomás Heredia o aledaños. Lo digo porque al terminar la reválida de cuarto, 1961, fui a consultarle y nada más verme con gafas me dijo que Náutica, en especialidad Puente, no era para mi. La verdad es que ese cura merece una entrada; aún recuerdo los sombrerazos que nos daba para que rezáramos más fuerte.
Volviendo a esta entrada, la intervención de alumnos universitarios actuales es muy positiva, aunque echo de menos la intervención (que probablemente existió) la de los del propio instituto.
Luis Castellón
Gracias, Luis, por tu afectuosa enhorabuena a nuestra última entrada en el blog.
ResponderEliminarEn la entrada inmediatamente anterior a ésta, "Málaga y el mar en la historia", en el enlace "Intervención de Carlos Navarrete" `puedes leer unos párrafos que dediqué al "Padre Potaje" y al IDES (donde comencé a estudiar nautica)
Querido Carlos, leída tu intervención. En efecto se me había pasado; como deben ser las intervenciones sucintas y sin autobombo ni historiones que a nadie interesan.
EliminarOpino que la falta de alusiones al Padre Potaje en el resto de este blog se debe a nuestro carácter positivo ante los recuerdos, y este cura, al menos por mi parte y los de mis años, no nos dejó ninguno bueno. Demasiado carácter tridentino y agresivo incluso en lo físico. Por cierto, a Espinosa Pacheco (que eran sus apellidos reales) se le conocía por ese apodo por que en los años del hambre si se quería acceder a un plato de potaje había que asistir (soportar o aguantar) un sermón de él en unas naves de la estación de Renfe y al final el premio, un plato de potaje.
Otra cosa al respecto de esta entrada que creo interesará. No fue nuestro instituto el único que tuvo como precedente en España una Escuela de Náutica. El actual Joan Ramis i Ramis de Mahón (antiguo instituto de Menorca) lo fue igualmente. Conservan unos globos terráqueos y brújulas (compases) maravillosos, aunque personalmente creo que lo más valioso es la colección de cartas náuticas del siglo XVIII y del XIX, casi todas inglesas, no nos olvidemos de la ocupación de la isla. Tienen buena parte de esos contenidos incluidos en internet.
A mandar y un fuerte abrazo
Luis Castellón